martes, 20 de diciembre de 2016

Memoria histórica en el cementerio de San Fernando

Para vivir en plena paz, hay que dignificar a quienes no la tuvieron. Para aprender de la historia, hay que conocerla a través de los testimonios que nos deja, aunque algunos de ellos estén enterrados en cal viva y entre casquillos.

Para no repetirla, hay que relegar el rencor, pero no la justicia.

Para hacer justicia, no vale dejarlo todo "como está". Dejar las cosas "como están" hubiera sido no abrir la cancela de Auschwitz para que entraran nuestros ojos, no haber revisado los libros de historia que nos contaban barbaridades, no haber dado el lugar que corresponde a quienes, en casos como este, sólo piden saber dónde están sus antepasados para honrarles. Abuelos, tíos, padres o hermanos quizá comprometidos políticos. Siempre seres humanos.

Únicamente el odio puede maniatar la verdad, la dignidad. Tan atadas como han estado durante ochenta años las muñecas de quien pueda ser una de las cuatro personas halladas ya a dos metros bajo tierra y que, unidas, están colocadas junto a su cabeza. Tan quietas como quienes prefieren mirar hacia otro lado.

Fotografías realizadas este lunes 20 de diciembre en la visita de la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, a las prospecciones arqueológicas llevadas a cabo en la fosa común del cementerio de San Fernando como primera fase, previa a la exhumación, para corroborar la existencia de restos óseos de personas represaliadas durante la guerra civil y años posteriores. Se calcula que puede haber restos de unas doscientas personas bajo la cota de dos metros de superficie.

Descansen en paz. Llegará el momento en el que lo hagan.






1 comentario:

  1. ¿Cómo saben que hay 200 personas enterradas? ¿Cómo las han contado si están enterradas?

    Te voy a responder yo: de ninguna manera pues es imposible comprobarlo hasta que no se encuentran y se identifican los muertos. Otra bola más. Basta ya de mentiras. Las guerras se ganan en combate dando la cara, no 78 años después de la Victoria y a los casi 42 años de morir el artífice de la misma en la cama rodeado del amor de su pueblo, en un hospital de la Seguridad Social que él hizo para los trabajadores de España. A moro muerto gran lanzada, qué "valientes".

    Lo que va a haber que hacer va a ser revisar los asesinatos del Frente Popular, difundir la represión real y documentada que sí hubo en zona roja, y todas las manipulaciones, mentiras y ocultaciones realizadas en la actualidad con el objeto de enfrentar a los españoles y de cobrar un subvencioncita.

    Gracias. Un cordial saludo, Alfonso.

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