sábado, 15 de enero de 2011

'El séptimo sello'

Anoche revisioné 'El séptimo sello' de Ingmar Bergman en una cadena de televisión, hacía algunos años que no la veía. Me la encontré buscando algo que llevarse a la vista y volví a disfrutar como un niño de su puesta en escena, las reflexiones en las palabras de cada intérprete y el hecho de ver al protagonista jugando una partida de ajedrez con la muerte, algo que por mucho que ya hayas visto el filme, siempre resulta apasionante y esperas que el juego acabe con final distinto. Como las obras maestras.

Aquí va uno de sus diálogos para enmarcar. Y aún hay quien dice que hoy se hace cine bueno... No conozco una película actual capaz de mostrarnos diálogos con esta inteligencia y riqueza.

"- Válgame Dios, ¿no eres tú el herrero Plog?
- Buenas...
- ¿Qué haces aquí lloriqueando?
- Compadécete de mí, soy un desgraciado que no halla consuelo.
...- ¿Lo de tu mujer?
- Sí, no la han encontrado.
- La vida es un infierno con las mujeres y sin ellas. Así que lo mejor es divertirse a su costa y no preocuparse más.
- Riñas y bazofia para comer.
- Pañales sucios y protestas.
- Malas caras y siempre pidiendo.
- Y la suegra, pariente del Diablo.
- Y cuando uno se acuesta...
- Otra nueva canción.
- Lágrimas, discusiones y berridos que llegan hasta el cielo.
- "¿Por qué no me das un besito?"
- "¿Por qué no me cantas?"
- "¿Por qué no me mimas como antes?"
- "¿Por qué no me miras el camisón?"
- "Sólo me das la espalda y roncas."
- Qué asco.
- ¿Qué asco? Ya se ha largado. Alégrate.
- Les romperé los huesos a martillazos. Les machacaré la cabeza sobre el yunque como a una nuez... Les meteré en la fragua hasta que se pongan rojos como ascuas...
- ¿Ya berreas otra vez?
- Es que yo la quiero.
- Con que ésas tenemos. Te diré una cosa, tonto. 'Amor' es sólo una palabra bonita para decir que, felicidad más felicidad, es igual a engaños, mentiras, falsedades y disgustos.
- Pero duele igualmente.
- Sí, también es verdad. El amor es la más negra peste. Ojalá se muriese el amor. Pero de eso se cura uno.
- No, mi amor no pasa.
- Claro, el tuyo también, como todos. Y, muy de vez en cuando, muere de amor una pareja de idiotas. Si todo es imperfecto en este mundo imperfecto, el amor es lo más perfecto de todo, precisamente, por su perfecta imperfección.
- Qué suerte. Tienes una elocuencia como nadie. Crees en tus propias palabras.
- ¿Creer? ¿Quién dice que yo creo algo? Doy buenos consejos. Si me pides uno, te doy dos. Piensa que soy un hombre instruido".

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