jueves, 31 de enero de 2008

Hagan apuestas


Hagan sus apuestas. Es noche de cuchillos largos en Cádiz. En realidad, odio esa expresión hecha. Tanto como otras que suelen utilizar algunos en los medios de comunicación y que no puedo con mi vida cuando las leo o escucho, caso de "pistoletazo de salida", "de poder a poder", "temas a tratar", "decir que"...
No entiendo porqué cuesta tanto trabajo evitar las frases hechas, sobre todo cuando son de tan mal gusto como la colección de bichos esos que ofrece un periódico en Cádiz. ¿Cómo puede alguien querer tener un escorpión metido en un taco de cristal encima del televisor de su casa? Si nada más abrir las páginas dobles donde se puede observar la promoción dan ganas de tirar las hojas a la papelera más cercana porque te empieza a picar todo el cuerpo...
El mal gusto es algo innato en la sociedad actual. La colección de La Voz es tan desagradable a la ética y la armonía como salir el sábado con chándal, llevar pendientes agitanados, rabillos pintados en los ojos, decir shosho al final de cada frase, lucir musculitos con camisetas de tirantes al estilo baloncestístico (qué pestilencia), ver televisiones locales cutres o flipar con poemas de Bécquer.
Esperemos que el jurado del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz no tenga mal gusto esta noche a la hora de elegir a los finalistas. Viendo cómo se las gasta, parece que apostará por lo de siempre, sin resquicio para renovar el COAC. Lo decía Vera Luque hace varios días, tras haber sido denostado en favor de momias y de cosas caducas (por cierto, mal gusto es también el tipo de la chirigota de Manolo Santander y esa nariz al fondo, me recuerda al culo de la agrupación 100% de raza mora y nadie se ha metido con el Santander...).
Puede ocurrir que volvamos a tener lo de siempre y las apuestas de Kike Remolino o Juan Carlos Aragón se queden fuera para dar paso a muermos oliendo a naftalina. Veremos. Por lo pronto, suerte (que la van a necesitar) para las agrupaciones que cantan hoy, especialmente para La banda del capitán Veneno y a su octavilla Carlos Mera (en la foto), un buen tío que, junto con sus compañeros comparsistas, tendrán que darlo todo esta noche.

martes, 29 de enero de 2008

¿Ahora pedís perdón?


Israel ha pedido perdón oficialmente a los Beatles por prohibirles el concierto que en su día se anunció hace 43 años. Por entonces, los gobernantes judíos consideraron que aquellos cuatro chicos melenudos y con ese ritmo rockero eran poco menos que enviados del diablo y tenían serias posibilidades de corromper a los jóvenes del estado hebrero. Ahora, los judíos han sacado tiempo para pedir disculpas entre lo muy ocupados que están en bombardear a los palestinos y arrebatarles su tierra, dar patadas a los derechos humanos, aislar a niños y mujeres y dejar sus hospitales sin energía eléctrica e ir de la manita de Estados Unidos en el Age Of Empires particular en el que ambos han convertido el mundo. Ya no sé a quién van a pedir perdón a estas alturas de la película, al parecer a los Beatles que quedan vivos, y quieren además que Ringo y Paul ofrezcan un concierto en Israel para resarcir lo sucedido en aquél momento. A buenas horas mangas verdes.
Según las noticias debatidas en las últimas horas en emisoras de radio y páginas publicadas en los periódicos, Israel está dispuesta a gastarse una pasta en organizar un concierto con los dos Beatles aún operativos sin escatimar recursos. En escasas ocasiones he visto a los judíos tener mala conciencia, porque ni eso siquiera, y parece que en el caso de la famosa banda de Liverpool les ha entrado.
Es una buena oportuna de Ringo y Paul para darles una patada a esta gentuza. Es el momento ideal para decirles que, o dejan de torturar al pueblo palestino, y van a tener que poner un disco de vinilo en una gramola si quieren escuchar Help!Lo que aún no entiendo, entre tantos desmanes que comete Israel, es porqué este país está en Eurovisión si no es europeo, porqué sus equipos de diferentes deportes participan en competiciones europeas si, insisto, no lo son, porqué no se les veta además por sus actitudes contra la comunidad internacional cuando sí se lleva a efecto contra otros estados, y algo que me indigna: cómo es posible que algunos supermercados de al lado de mi casa me vendan patatas cuya procedencia es israelita, cuando en Conil se plantan unas papas que saben a gloria.
Estoy harto de los judíos. Lo siento. No soy antisemita, es más, yo no soy anti nada, pero estoy cansado de su lloriqueo internacional basado en las persecuciones históricas de las que han sido objeto cuando basta repasar la historia y contemplar la actual desde una perspectiva objetiva para comprobar los millones de víctimas que han provocado tanto siendo pueblo desde el punto de vista de su raza como estado desde la década de los cuarenta.
Y como estamos en Carnaval, ya en una brillante letra de Juan Carlos Aragón de 'Los ángeles caídos' (2002), el autor se preguntaba cosas como esta...: "Oh pueblo americano, judío y luterano, en nombre de qué dioses reventáis las voces de los palestinos...".

viernes, 25 de enero de 2008

"Eso es poder"

Hay líneas en las que resulta difícil mantener el equilibrio. Entre ellas está la de la perspectiva trenzada con la inteligencia.No frunzas el ceño, es fácilmente reconocible en nuestro interior. Se da en los casos en los es necesario mandar a alguien al carajo, decirle cuatro verdades a quienes te tocan los cojones o hacen daño a personas y entidades a las que quieres.

Hay gentuza convertida en chinitas de zapato que, aun sin poder para desestabilizar porque apenas significan nada ni nadie, no dejan de provocarte una minúscula herida en el dedo meñique de alguno de los pies. Así que siempre es bueno descalzarte para expulsar la puñetera piedra. Pero como se pega al zapato, tienes que meter la mano, y entonces te encuentras que al final puede oler a pie y remover los olores ya se sabe... Es más, ¿y si el hedor no es tuyo y ni te explicas cómo ha llegado hasta tus peanas? Está claro, la chinita apesta. También sirven para apestar, eso sí. ¿O no era eso lo que me contaron?

Caminar sobre la línea de la inteligencia es no subestimar el poder de la indiferencia y dar el golpe de gracia donde debe darse, no practicar lo del elefante en la cacharrería por mucho que te jodan las cosas que se dicen y se leen, que sin que ustedes se den cuenta, resulta que también las leen los demás, las moscas atraídas por la peste del zapato y la mierda y se regocijan entre tanta bronca. Pero debe ser la edad por una parte, la falta de cerebro por otra, la mala leche en ambas y el carajotismo en general lo que provoca que, finalmente, la gente no se percate de lo que pueden llegar a perjudicar.

Cuando yo escuchaba el ‘disco del penitente verde’ no habían ni nacido, y desde tiempos remotos mi padre me enseñó a no hacer daño a lo que se ama. No he seguido las enseñanzas de mi progenitor en alguna que otra ocasión, sobre todo en el caso de las mujeres, pero como también a mí me han jodido, pues equis en la quiniela. Pero en 39 años de edad cumplidos el pasado 9 de enero, hay cosas e instituciones que me han acompañado desde que nací. Mi padre me habló de una de ellas hace ocho meses, y quiso compartirla con terceros. En ocasiones soy tan orgulloso que me creí que me estaba leyendo aquel discurso magistral sólo a mí, como las lecciones en EGB que trataba de meterme en la cabeza. Otros se la perdieron, pero quieren ocupar unos sitios que no les corresponden, porque para eso tienen que comer muchos picos. O escuchar a los que saben. O ir a los actos. A las reuniones. O ir por derecho. Si se quiere estar de verdad.

Yo aconsejo siempre ser inteligente, guardar el equilibrio, aunque te cueste, sobre todo cuando tienes poder. En ‘La lista de Shindler’, el protagonista del gran filme de Steven Spielberg mantiene una charla con el sanguinario Amon Goeth. Para culminar la conversación, Oscar Schindler le espeta: “Un hombre roba algo, le conducen ante el emperador, se hecha al suelo ante él, le implora clemencia... él sabe que va a morir, pero el emperador le perdona la vida, a ese miserable y deja que se vaya. Eso es poder, Amón... eso es poder. Yo…te perdono”.

El poder está en manos de quienes lo tienen en silencio, y sus actos son infinitos. El resto chilla en la calle o se queda en el zapato. O toman de chupa de dómine al máximo dirigente. Suerte tienen de que algunos mandatarios no son como yo, que pegaba dos puñetazos en la mesa y me duraban 0,2 segundos en un cónclave en el que se les ve el odio y la niñería en los ojos. Pueden aspirar a tener el poder, pero para conseguirlo legítimamente hay que reunir cuatro condiciones indispensables: heterogeneidad de grupo, valía personal, fidelidad y capacidad de sacrificio. Lo primero me suena a risa cuando los veo, lo segundo ni me paro a estudiarlo, lo tercero es imposible entre tanto cambio de opinión y lo cuarto es la virtud más alejada de sus nombres.Así que a joderse. Y a seguir siendo torpes. Ya aprenderéis.

¿Alguien ha entendido algo? Pues eso.

miércoles, 23 de enero de 2008

'Croquette fatale'

Larga noche la del otro día. Ni siquiera una copa de buen brandy me sirvió para calmar mis ansias de encontrar respuesta a lo que contemplé apenas varias horas antes.

Pasé por la esquina del freidor. Como yo soy educado, tanto es así que incluso saludo a los/las que no lo merecen porque al fin y al cabo el “Buenos días” o el escueto “Hola” son como el bautismo –un evento social más que un acto de fe-, siempre desvío mi vista hacia el escaparate para enviar una mirada cómplice a los chocos y a las tajás de bienmesabe.

Pero aquella noche vi algo que me horrorizó. Tras un cristal con estratégicos salpicones de pringue, creí no ver absolutamente nada en la bandeja donde se depositan los citados manjares; apenas unas mijitas de esas que tanto agradan llevarse a la boca tras terminarse el papelón de pescado y un trapo amenazador, aguardando pacientemente casi en la esquina con el mostrador a ejecutar su trabajo al finalizar la jornada.

Allí estaba ella. Acurrucada en la esquina izquierda, con su rostro pegado al cristal y el cuerpo curvado, me detuve ante ella, pues un cúmulo de sentimientos atenazaron mi mente en ese instante en el que comprendí su dolor, el sufrimiento al sentirse despechada o lo que es aún peor, inútil...

Aquella croqueta tuvo que ser espectacular minutos antes. En este caso estoy seguro de que era orgullosa, esperando ser contemplada y recogida en el grisáceo papel acucuruchado, se pavoneaba sobre el resto de compañeras e incluso era observada con recelo por los rabos de chocos y las sosas pescadillas. Curvas perfectas, caliente como recién venida a la vida, perfectamente envuelta en su ropa bien ajustada tras la vivencia de la freidora, aquella croqueta se había convertido en una sombra de lo que fue.

La mala suerte se cebó en ella y, de pavonearse entre todas y ser objeto de miradas lascivas tras el cristal, se quedó finalmente abandonada y sola, para vestir santos, sin que hubiera hecho méritos para algo tan luctuoso.
Había perdido el brillo del aceite recién rezumado, la voluptuosidad de la calidez, había sido además apartada hasta una ignota esquina donde algún que otro golpe de paleta recogedora asestado por una mano masculina fría y calculadora le había creado algún moratón en el centro para dejarla escorada. Parecía morirse lentamente con su carita pegada al cristal, consciente de que nadie entraría a salvarla, a rogar por ella y a disfrutar de sus interioridades,…

No puedo quitarme de la mente la imagen de esa croqueta. Su lenta agonía la condujo indefectiblemente al cubo de la basura, aunque no quise verlo. Estuve a punto de salvarla, retrotrayendo mi mente a un imaginario paraíso donde ella era una reina, quizás una ‘croquette fatale’ de esas que haces que pierdas la cabeza… Pero ya hace años que perdí mi condición de héroe de freidores por culpa de las amenazantes moyas y mi temor a no cumplir con ella como antaño sí lo hice con las que tuve en mis manos, en mi boca. Por eso, jamás sabré de tus interioridades, si tu cuerpo era de jamón o de merluza…

Descansa en paz.

martes, 22 de enero de 2008

Vamos aclarándonos


Ya han cantado todas las comparsas susceptibles de estar entre las elegidas para la final del COAC. Hay cosas claras, vamos a resumirlas para no cansar al personal...
1. Tovar y Subiela se pegan el carajazo este año. No se puede venir al Falla con ese tipo, vestir a estos comparsistas con pelucas del Millonario a lo maradona y traer ese aburridísimo popurrí. De los quintos no bajarán, fijo.

2. El grupo de Juan Carlos Aragón ha visto mermadas sus cualidades vocales. Las bajas se notan demasiado este año, daños colaterales. Pasodoble precioso musicalmente hablando y presentación que espero la canten mejor en semifinales. La foto es JCA cantando en la noche del lunes (Cata Zambrano, Información Cádiz). Buen tipo. No Juan Carlos, sino la indumentaria de la comparsa.

3. El Piojo y algún otro pega menos con Quiñones que yo vestido de monje budista o de candidato del PP a cualquier cargo. Cuando pase el Carnaval, habrá muchas transacciones nuevamente. No obstante, El mercado de las maravillas la veo en la final, a pesar de que suena muy bien pero más antiguo 'quer carajo'. (Esas palabras en los repertorios, por favor, como "febrerillo",... Qué horror).

4. Los mendas lerendas son agradables de escuchar. Vale. Hasta el año que viene.

5. Cuidadín con La comparsa de Momo. Lo mejor hasta ahora sobre el escenario, vaya presentación y popurrí, de los pasodobles para qué vamos a decir nada... Pero sus letras son incómodas y políticamente incorrectas. Voces portentosas, aunque estaría mejor ahorrarse algún grito. Para mí, cuando cantaron, tenían en la frente la palabra 'perdedores' como la vi escrita en 'Los Inmortales' de JCA en su día. Pero han cantado ya el resto de las agrupaciones y no las veo mejores, así que de eso se aprovecharán. En estos momentos es el primer premio, según mi torpe entender.

6. Los gitanos de El Puerto, Pedro Romero y otros no me interesan lo más mínimo. Al jurado tampoco.

7. Resumamos: si en 2007 el nivel estaba regular, este año la cosa no va a mejor. Veremos lo que queda de concurso, que aún es mucho. Pero las músicas ya están ahí, no hay más, eso es lo que tenemos para deleitarnos los oídos.

Aprovecho para reiterar mi indignación ante el mamarracho de proceso de venta de entradas para el Concurso. Y para preguntarle al Ayuntamiento que cuándo coño va a quitar los arbolitos de Navidad de los adornos de luces de la Avenida. Y para desear lo mejor a mis colegas Sánchez Reyes y Vera Luque, que este miércoles la liará. "Ya estamos en capilla", me decía ayer en el teatro. Pues eso. A sacar el paso con jesusitos de mi vida, picha mía.

lunes, 21 de enero de 2008

El perfumista

Este fin de semana me he escapado a Córdoba con unos extraordinarios amigos que han institucionalizado unos encuentros ineludibles tras aquel inolvidable viaje a Italia. Entre los numerosos momentos de satisfacción (sobre todo en los restaurantes de la capital califal, lugares realmente maravillosos tanto en su fisonomía como en el ámbito culinario), fue especialmente curioso el rato que pasamos con un perfumista. Sí, efectivamente, estos alquimistas del olor aún existen.

Paco nos vio y nos invitó a entrar en un precioso patio cordobés para confesarnos su secreto a voces en esta ciudad: tiene una pequeña habitación donde vende una mercancía que envuelve primorosamente en papel de regalo y previamente en cajas diseñadas por un amigo suyo. Dentro, tarros de perfume de varios olores: mandarina, jazmín, azahar,… Él los hace, destilando la materia y con sus fórmulas magistrales, en un taller que comparte con su compañero de viaje empresarial.

Paco, que vende los tarros de colonias maravillosas que nos dio a probar a 20 euros, tiene una historia digna de película. Una madrugada llevaba ya varias copas en la barra de un bar cuando observó a escasos metros a un individuo de apariencia hundida que consumía alcohol en grandes cantidades. Se acercó a él hasta que entablaron conversación. Se trataba de un empresario químico que acababa de entrar en la ruina al quebrar su empresa. De ahogar las mutuas salió una idea: ¿Y si Paco aprovechaba las instalaciones de este empresario y el poco dinero que ambos podían reunir, además de los conocimientos que desde pequeño había adquirido de forma autodidacta mezclando flores, alcohol, etc. y creaban unos perfumes para venderlos?

Dicho y hecho. Eso fue hace casi un año. Ahora han salido a flote, venden mucho en Córdoba y el pequeño local donde Paco ofrece sus perfumes es para que lo veáis.

Esta historia me la contó durante un rato que estuvimos conversando rodeados de sus perfumes. Le dije que entonces era perfumista, como la famosa película, a lo que añadió: “Soy alquimista perfumista”.

Ahí lo tienen, en la foto, mostrando los envases ya envueltos para regalo a nuestro grupo, y con su delantal. Para los que vieron el filme, ahora pueden contemplar de verdad cómo es un perfumista. Para los carnavaleros, curiosamente y tras la controversia de estos días, también pueden comprobar cómo un perfumista no va vestido a la usanza del desafortunado tipo de la comparsa de Tino Tovar y Ángel Subiela, ni tampoco precisamente Paco tiene pelos como los de esas pelucas de la agrupación que parecen las que vendía el Millonario simulando la pelambrera de Maradona.

Córdoba… Si Córdoba estuviera habitada por sevillanos, éstos ya hubieran ‘vendido’ al mundo todo lo precioso que es esta ciudad. Pero los cordobeses ‘venden’ poco lo bueno que tienen, les gusta ir a lo suyo, no competir y disfrutar de esa maravilla de ciudad que tienen en lugar de cacarear lo bonito que es la Torre del Oro o, como los gaditanos, afirmar qué preciosas son nuestras Puertas de Tierra. Admirable Córdoba, “lejana y sola”, como decía el poeta… Ni una cosa ni otra en realidad.

viernes, 18 de enero de 2008

La carajotada del himno

Vamos a dejarnos de carajotadas. Si queremos que el himno de España tenga letra, algo que me da la impresión de que a los españoles les importa un rábano con bicho dentro, pues seamos consecuentes.

Vaya por delante que a mí me entusiasma lo que ahora llaman “chunda chunda”, porque no sé qué obligación tenemos de ponerle estrofas a las bellas notas que hasta los republicanos reconocemos que no vamos ahora a cambiar aunque llegara la III República. Porque si se trata de evitar facheríos, el himno de Riego era igual de patriótico o más que cualquiera de las letras que cantaban los ultras en los cuarenta años de dictadura.

Y es que me pregunto qué coño quieren que incluya un himno de un país. El alemán dice en su frase más conocida “Deutchsland, Deuthsland Uber Alles”, que quiere decir “Alemania, Alemania ante todo”; el francés que tanto pone cachondos a muchos porque para eso Francia es prototipo de libertad según dicen, ya saben que la palabra patria aparece nada más canturreemos el primer verso. Así que estas son las palabras típicas de un himno nacional, porque por mucho que queramos hacer algo moderno, ¿vamos a cantar una letra que diga cosas como “nuestro país en el que existen muchas tierras”, “Viva España, dividida pero unida con tu comunidad…” pon pon piiii piiii…..?

Si queremos himno, tendrá que presentar connotaciones patrióticas o palabras propias de este asunto. Si la propuesta que manejáramos comenzara diciendo “España, España ante todo” como el himno teutón, ya habríamos puesto al tipo que le han rechazado su letras de colega de Blas Piñar. Pero los alemanes lo dicen y no les pasa nada, no les entra urticaria ni complejos, y mira que los germanos lo han pasado mal en los últimos 60 años...

Y cuando tengamos himno oral, ¿lo traduciremos al catalán, al gallego, al vasco? Es el momento menos oportuno para perder el tiempo con carajotadas como esta. Yo propongo dos cosas, cualquiera de ellas válidas. O rescatamos el que escribió Pemán, que es precioso y fue manipulado por Franco, que para eso el escritor era gaditano y podemos recuperar el original porque la familia lo tiene, o se lo encargamos a Juan Carlos Aragón. Eso sí que sería un pelotazo.

Ah, por cierto, Joaquín Sabina ha propuesto algunos borradores de letras para el himno, ¿lo sabíais? Allán van…

"Ciudadanos, en guerra por la paz y la diosa razón mano en el corazón. Ciudadanos, ni súbditos ni amos ni resignación ni carne de cañón. Pan amasado con fe y dignidad no hay nada más sagrado que la libertad".

Borrador 2: "Ciudadanos, ni héroes ni villanos, hijos del ayer, hay tanto por hacer. Ciudadanos, tan fieramente humanos, tan paisanos del hermano de Babel. Alta montaña con puerto de mar clave de sol España atrévete a soñar".

jueves, 17 de enero de 2008

Grande Bardem

No sé si va camino de ser uno de los grandes por sus interpretaciones o por su forma de ser. A Javier Bardem hay que felicitarlo por el Globo de Oro y algunos premios más, así como otras nominaciones (incluido el Bafta, que es el Oscar de los ingleses).

Es un brillante actor, que utiliza acertadamente su expresividad facial y sus ojos para decir mucho en los papeles que encarna en su carrera. Su voz le pierde un poco, pero también le sucedía lo mismo a Clark Gable o Humphrey Bogart y nadie dijo nada.

Yo lo conocí en 1993, cuando se estrenó la película Boca a boca en el Festival de Sitges, con una Aitana Sánchez Gijón guapísima como compañera en esta divertida comedia. Hicimos buenas migas en aquella cafetería del Meliá Gran Sitges, nos fotografiamos con resultados como el que veis (sí, reíos de mis pintas, pero estamos hablando de hace 14 años) y me he tomado con él algunas cervezas en Sevilla, ciudad que visita con mucha frecuencia sin que mucha gente lo sepa.

Es un buen tipo. Le gusta más una caña de birra que un premio, una tapa de jamón que una gala aburrida y tiene un reducido grupo de amigos fieles con los que se escapa mucho a Cádiz. Pasa de casi todo, pero le puede su pasión por Penélope Cruz, su amor no confesado desde que rodaron Jamón jamón a las órdenes de Bigas Luna. Penélope era demasiada pequeña en aquellos momentos como para muchas cosas serias, pero se quedó prendado de ella y aún lo está. Espero que no se enfade porque yo lo diga tal y como me lo dijo él. No creo que me lea, pero nunca se sabe...

miércoles, 16 de enero de 2008

Calcetines de raquetas

Decía una agrupación carnavalesca en sus letras hace algunos días que los calcetines de raquetas se están perdiendo. Cuánta razón lleva.

Me siento muy compungido por esta circunstancia. Los calcetines blancos de antaño los lucíamos en nuestras piernas durante la gimnasia en el colegio como si lleváramos las medias nike del Barsa, y los dos modelos fundamentales vienen corriendo serio peligro de desaparecer. Al calcetín blanco le colocó algún diseñador vanguardista dos líneas, una roja y otra azul, haciendo un elegante juego de colores gabachos que ni el mismo McEnroe llevaba.

Las dos rayitas evolucionaron a la modernidad del dibujito, y aunque siempre han permanecido como residuales, dio lugar al calcetín de raquetas. Aquello fue una revolución. Yo tengo aún mis preservativos de pies arraquetados, si alguien lo duda aquí está la foto. Los uso para dormir, claro, o después del pediluvio nocturno para estar en el sofá ‘derramao’ varias horas viendo la tele, nada de hacer deporte, que eso es muy malo. Pero me resistí a tirarlos a la basura y ahora los considero como extensiones de mis pies, como elementos fundamentales de mi hogar, trato que no saquen pelusas para evitar su erosión y los lavo a mano cuando puedo para su mejor conservación. Si se sale algún hilito, los vuelvo a coser o si no tiene remedio, los corto con primor. Pero los calcetines de raquetas no pueden perderse. Si hace frío y me pongo dos pares de calcetines para dormir, de manera que no te dejen mover los deditos siquiera, las raquetas siempre están sobre los otros anónimos calcetines, prevaleciendo, en lugar privilegiado…

No podemos permitir que los calcetines de raquetas corran la misma suerte que los bañadores meyba, el zinzano, la mirinda, el Seat Ritmo –preferentemente color butano-, las muñecas de Marín (que por cierto, esta Navidad sufrí un Belén en Jerez en el que se podían ver dos ejemplares vestidos de bodegueros (¡!) o las cintas de video beta. Desempolvad vuestros cajones y armarios y buscad afanosamente en bolsas perdidas de ropa antigua. Cuando menos lo esperes, aparecerá el calcetín de raqueta, y dadle el lugar que se merece, por historia y tronío.

domingo, 13 de enero de 2008

¿Pestiños en Carnaval?

A mí los pestiños me parecen una cosa gloriosa. Pertenecen a ese tipo de género de pastosidades orgásmicas que deleitan el paladar en determinadas fechas, en el que se incluyen las torrijas de Semana Santa (especialmente las de La Campana de Sevilla y alguna hecha en Chiclana), los roscos también propios de esta fecha o los algodones dulces de las ferias.

Lo que no me entra en la cabeza y dudo que lo haga a estas alturas es qué coño pinta esa masa llena de miel con bolitas -de la que nos hemos hemos hartado en estos pasados días- para abrir una fiesta como el Carnaval. A algún lumbrera, que le salió la jugada bien por el mal gusto que existe en Cádiz a veces, se le ocurrió inaugurar las citas gastronómicas carnavalescas gaditanas repartiendo pestiños en plan agonía, antes de que nadie diera 'de gratis' las viandas por las que la gente se empuja en las barras de Cruzcampo mientras los zapatos ya están llenos de porquería.

Esa oreja de viejo que es el pestiño tiene de carnavalesco lo que Zaplana tiene de bolchevique. No sé a qué viene ese dulce en una noche de sábado carnavalesca, porque vamos a ver,... Independientemente de que no pegue ni estética ni visualmente ni como elemento de la carnestolenda ni dispendio porque es barato de hacer, ¿con qué se echa para abajo en el gaznate? A ustedes les dan un pestiño enservilletado que al pegarle el bocado te tienes que comer el papel que sirve de protección de las manos porque no hay cojones de separarlo de la miel. ¿Y qué se pide de bebestible? No me vayan a decir que no se engullen nada porque no hay quien tenga huevos de meterse eso sin un líquido que lo empuje. Si le dan a la cerveza, ambas cosas saben repugnantes. Si prueban con el cubata, no digamos nada cuando se observa el vaso y en lo que resta del Barceló cola aparece una asquerosa capa de pringue similar a la orilla de la playa Victoria los domingos en agosto. Si beben fino, se les soltará el vientre, fijo. Y si le dan al agua, los pestiños esponjarán en el estómago, se les hará una masa informe y las consecuencias pueden ser trágicas para lo que queda de noche.

Dicen que la gente bebe anís. Es decir, que en Carnaval tengo que comer pestiños y anís, lo mismo que días antes en Navidad, pero en la calle con seis grados en lugar de mi casa. Pues como que no me convence, oiga...

Otra cosa similar son los erizos. No son tan impropios como los pestiños, pero eso sí, más vale comérselos sin mirar, algo así como cuando la borrachera nos hace terminar esa noche en la cama con alguien más feo que pegarle a un padre con un calcetín sudado pero la llamada de la naturaleza resulta ineludible. Lo malo es que el erizo, cuando se degusta, tampoco te deja una sensación postsexual como la del ejemplo que hemos utilizado, porque un erizo, aparte de un bicho muy feo, es como pegarle un lamentón (otra vez) a la orilla de la Victoria un domingo, sabe a arena, un poco de caca y ligero regusto a lejano marisco rancio.

En fin, que cuando repartan langostinos, gambas o jamón a discreción, pues como que me apuntaré a estas degustaciones, mientras ocupo ya el sitio para ver en la tele las sesiones del COAC y ya me iré a la calle en su momento adecuado.

Foto: dos prototipos semiangangos de Cádiz, dándole al pestiño pegado enservilletado.

viernes, 11 de enero de 2008

Diez preguntas sin respuesta

Dentro de este bochornoso espectáculo que está resultando la venta de entradas para el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de 2008, yo pregunto en mi ignorancia:

1.- ¿Cómo es posible que la venta de entradas por internet sólo se destine para un 20% del aforo?

2.- ¿Cómo es posible que se cuente con un portal que se satura a los pocos minutos de comenzar a funcionar?

3.- Si fue un hacker, ¿cómo es posible que un portal de garantías que vende entradas y comercia con números de tarjetas de crédito (www.interentradas.com) sea tan vulnerable?

4.- Si se quiere evitar la reventa, ¿por qué no se vende todo el papel por internet y en un servidor de calidad como se merece un evento seguido en toda España?

5.- ¿Por qué el concejal de Fiestas, el inepto de Vicente Sánchez, no da la cara y el Ayuntamiento y el Patronato del Carnaval no dan explicaciones claras y actualizadas de lo que sucede?

6.- A día de hoy, se puede observar por internet lo que veis en la fotografía, llegar hasta el patio de butacas y elegir... Pero no permite adjuntar al carro de compra. Entonces, ¿para qué demonios está activado el servicio?

7.- ¿Por qué sólo se disponen varias taquillas para la venta, dándose espectáculos lamentables de gente enbroncada, titis de Cai en connivencia con agentes de la policía local, gritos verduleros y la más penosa imagen de esta ciudad condensada en una cola?

8.- ¿Por qué los periodistas no ponen hoy a parir a Vicente Sánchez y el Diario de Cádiz sí se dedica a lloriquear porque no le han dado una credencial a su área digital? ¿Y a mí qué carajo me importa que entréis uno menos, si ya sois muchos de gañote?

9.- ¿Por qué no hay taquillas en la provincia, de donde vienen muchas agrupaciones?

10.- ¿Para cuándo dejaremos de ser, como decía JCA en una de sus letras, un 'poblado cebollero'?

martes, 8 de enero de 2008

Un gran trío

Se acabó la Navidad. Dejar el árbol al lado de un contenedor tras pavonear de él durante un mes, ¿es correcto? Si dejamos el árbol, ¿también abandonamos a su vera (luque) los sentimientos de paz y armonía que nos han invadido durante semanas?

En once meses vuelve la fiesta más maravillosa del año. Para entonces, habrán cambiado cosas en nuestra vida. Algunos serán millonarios y hoy son desempleados, otros verán a sus hijos nacer, unos encontrarán personas con quienes compartir sus vidas... Una parte perderán su trabajo pero saldrán adelante, dejarán a sus parejas y encontrarán otras si lo desean y las fotos del año anterior serán pura anécdota. Y los más, seguirán prácticamente igual.

Queda una larga carrera de once meses por vivir antes de que volvamos a por las uvas en las que introducimos nuestros deseos cuando nos las llevamos a la boca. Así que a vivirlos apasionadamente, con ánimo y fuerza.

Después de Navidad llega el Carnaval y la Semana Santa. Vaya trío hasta marzo, qué estrés. Desmonto el Belén y me voy para el Falla, escucho una comparsa y voy a un Víacrucis, preparo mis túnicas de la Misericordia y Santo Entierro y...comenzará a oler a verano tras el preludio primaveral.

Ah, y un año más viejo, que mañana es mi cumpleaños.

viernes, 4 de enero de 2008

Los Magos de Oriente

Faltan horas para que llegue la noche más mágica del año. La tradición marcaba hace décadas que en realidad, la fiesta de los Reyes Magos estaba plenamente dedicada a los niños. Un regalo hecho con cariño en función de la economía familiar depositado al lado de la cama del pequeño se convertía en el gesto más emotivo del año en el seno familiar.

Hace relativamente poco tiempo que esta costumbre de regalar presentes el 6 de enero se extendió a los adultos. La emancipación económica de las familias y, obviamente, la comercialización del verdadero sentido de la efeméride de la Epifanía, hicieron que actualmente los regalos de Reyes se hayan convertido en algo en lo que no prima la edad del que recibe los presentes. Al menos la ilusión se prolonga a más seres humanos y eso siempre es positivo.

¿Quiénes serían los Reyes Magos? Para empezar, está cada vez más claro que no eran magos, quizás ni monarcas. Una traducción bastante libre los designó prácticamente como alquimistas, pero en realidad el término 'magoi' se refiere a 'sabios', lo que no significa que practicaran la magia, y menos aún que quienes ejercían actividades de esta índole tan incorrecta para la religión, adoraran a Jesús... En el Evangelio de Mateo se citan, pero casi como una anécdota. No se dice el nombre de cada uno de ellos, ni siquiera su procedencia, y menos aún que eran tres. De hecho, existen pinturas donde se aprecian dos, cuatro,...

Sus nombres proceden de los Evangelios Apócrifos, los textos que la Iglesia no los considera como oficiales pero tampoco los rechaza. Recomienda incluso su lectura pero con cautela, ante inexactitudes históricas diáfanas o hechos demasiado fantasiosos. Pero...¿acaso estas dos características no las poseen muchos avatares reconocidos como oficiales en la Biblia? Melchor, Gaspar y Baltasar, dicen los Apócrifos de la Natividad, que se llamaban. En el Evangelio Apócrifo de Pseudo Mateo -se supone que son aportaciones del evangelista a su texto 'reconocido', aunque algunas fuentes hablan de que lo escribió Santiago el Menor-, se especifica claramente que los Magos tardaron nada menos que 24 meses en llegar. "Después de transcurridos dos años, vinieron a Jerusalén unos magos procedentes de Oriente...". Así que de adoración a las pocas horas de nacer, según este texto, nada de nada...

Incluso parece que José se enfrentó a ellos porque no se fiaba de estos tipos tan extraños y les hizo preguntas antes de que pudieran entrar a ver a Jesús, según el Apócrifo del 'Liber Infantia Salvatoris'. Y el Evangelio apócrifo Árabe de la Infancia cuenta que María les entregó a los Magos unos pañales del Niño Dios. Fijaos qué curioso el texto...: "Y salieron a su encuentro los reyes y los príncipes, preguntándoles qué era lo que habían visto o hecho, cómo habían efectuado la ida y la vuelta y qué habían traído consigo. Ellos les enseñaron este pañal que les había dado María, por lo cual celebraron una fiesta y, según su costumbre, encendieron fuego y lo adoraron. Después arrojaron el pañal sobre la hoguera y al momento fue contraído por el fuego. Mas cuando éste se extinguió, sacaron el pañal en el mismo estado en que estaba antes de arrojarlo, por lo cual empezaron a besarlo y a colocarlo sobre sus cabezas...".

Otras historias citan a un cuarto mago llamado Artabán en una hermosa leyenda que algunos adjudican al teólogo presbiteriano Henry van Dyke, si bien parece que ya antes de 1896 existían textos antiguos que hablaban de él. Se dice que era el más poderoso, el más rico, pero llegó tarde a la cita con sus tres colegas porque se quedó por el camino atendiendo necesidades de varios desgraciados a los que regaló los presentes que en principio llevaba para el Niño. Su brioso caballo corrió hasta morir extenuado y, cuando Artabán llegó a Judá, contempló la matanza de los inocentes, quiso sobornar a un soldado con un rubí que portaba pero el sicario, al verle ya harapiento tras el tortuoso camino, creyó que había robado la joya, lo arrestó y el cuarto mago se llevó treinta años en la cárcel. Justo cuando Pilatos lo dejó libre, Artabán se dejó arrastrar por una multitud que lo llevó hasta los pies de un desconocido crucificado, donde encontró al Niño Dios que buscaba. Eso resumiendo, claro...

Os recomiendo los Apócrifos de Aurelio Santos Otero, editado por la Biblioteca de Autores Cristianos.

Felices Magos, amigos/as.